En sus estudios sobre el amor, el psicólogo Sternberg, analiza los pilares sobre los que se sustenta.
Para él es determinante "la intimidad", que se relaciona con la capacidad de compartir sus mundos particulares con el otro, crecer en confianza que permite expresar sus sentimientos más nucleares y personales y atender a las del otro.
La intimidad es el proceso de vivir el camino juntos, experimentando y descubriendo su ser interior, compartir el alma.
Otro componente clave que propone es el potencial del sentimiento, "la pasión", es el encendido del deseo, tanto a nivel emocional como el componente fisiológico.
Cuando la pasión se viene abajo, y se va enfriando el particular mundo de los deseos, el amor se tambalea. Por ello cuidar este entramado de intimidad y pasión, es la llama del amor.
Cuando la pasión se mantiene, se cultiva y se crece en experiencias las parejas construyen su recorrido, que les servirá como satisfacción y como referencia de su amor.
Y a su vez Sternberg sugiere otro importante y esencial aspecto del amor, "el compromiso". La esencia de este componente es el nexo de responsabilidad que supone la vida compartida con la otra persona, el deseo de unión, cuidados y pertenencia en el tiempo que la relación implique.
El interés por vivir el amor necesita cultivar todos los aspectos, y aunque no en todas las parejas van en paralelo puesto que cada uno es diferente, cuando hay una armonía y confluencia, el amor se mantiene.