lunes, 22 de febrero de 2016

NIÑOS REBELDES / REBEL CHILDREN (I)


Muchos padres saben tratar a sus hijos de forma favorable para ambos, y al ir aprendiendo sobre la marcha, se van desarrollando y creciendo juntos.

Ahora se trata de configurar unas relaciones padres hijos, en las que el hijo está llevando la contraria, le gusta desobedecer y coge muchas pataletas, berrinches y se sale con la suya. No acepta límites y parece estar ahí para saltárselos.

La primera pauta es reflexionar si el niño se siente querido de manera incondicional. Los padres siempre dirán que sí, que le quieren mucho. El problema a solucionar es, si son capaces de comunicarlo de una forma que el hijo lo entienda, para que sí sea consciente del mensaje, y se sienta apreciado, valorado y querido.

Muchos autores establecen las bases de los comportamientos rebeldes en las personas, por la sensación de "no ser queridos, ni apreciados, ni valorados por sus progenitores".

La segunda es, si los padres tienen paciencia. Que no se engañen, ser padres requiere mucha paciencia, empatía, comprensión y tolerancia. Incluso en días que estén cansados, irritables, estresados... tener paciencia cuando todo está genial, es fácil.

Y a veces cuando los padres están cansados y estresados, riñen a los hijos por menos de nada, o en cambio, por estar ya muy saturados, o necesidades de descanso, dejan a los hijos a "su bola".

Un día "prohibido ver tele", y al otro día "pueden verla toda la tarde..."

Y con paciencia y firmeza a la vez, ir marcando límites que faciliten al niño un desarrollo claro y seguro.

Por todo ello, es preciso un equilibrio en las normas, y valorando los horizontes de educación y crecimiento responsable del hijo.

Desde la Sociedad Española de Pediatría y Atención Primaria, ya se decía que aproximadamente el 15% de los niños menores de 16 años, presentaban comportamientos de desobediencia grave.

Y tiene importantes problemas, como perjudicar la escolarización y desarrollo educativo del niño, y en consecuencia más dificultades para su vida. A veces incluso llegan a ser personas con trastornos negativistas desafiantes, otros problemas de personalidad, y dentro de la familia generan múltiplicidad de conflictos y desavenencias...(SIGUE)...