jueves, 7 de mayo de 2015

INDEPENDENCIA EMOCIONAL / EMOTIONAL INDEPENDENCE (I)



Es un potencial que le otorga a la persona la capacidad de sentirse feliz a solas, está a gusto porque siente los conocimientos básicos y la responsabilidad para gestionar su vida.

Tiene criterios propios, que le permiten sentirse cómod@ y confiad@ y sabe que cuando está con alguna persona, en grupo, o en sociedad, disfruta de una solidez para poder exponer sus puntos de vista y posicionarse sin sentirse incómodo, aún en presencia de criterios opuestos.

Cuando la persona se siente independiente emocionalmente, se permite tomar decisiones con claridad, aún a sabiendas de que se puede confundir, dá los pasos, entendiendo que la toma de decisiones forma parte de la vida, y del camino y con la certeza de que aunque uno en un momento se equivoque, rectificar es de humanos, y ello le llevará hacia lo que desea en la vida.

Otra vertiente de la inteligencia emocional, es la capacidad para reflexionar con la objetividad suficiente, sin atenerse a percepciones o subjetivismos del entorno que pudieran persuadir a la persona en una u otra dirección.   

Además, es el potencial personal para dar prioridad a sus metas u objetivos, sin sentirse culpable al decir "no", al tener que hacerse camino, para lo que en realidad desea.

Las personas más independientes emocionalmente, tienen los filtros más alertas ante los intentos de manipulación emocional del entorno, bien sea de personas, del ambiente social y cultural, incluída la publicidad.

Y ello les permite ser más autónomos al organizar y planificar sus vidas, porque están menos alienados que los grandes grupos de población, que son víctimas de la manipulación de los medios de información e internet.

Y en conjunto la independencia emocional, es el sector integrante y componente de la inteligencia emocional, que permite al individuo la participación social, desde el propio lugar, el propio territorio psícológico.

Que sabiendo desarrollar su empatía, poniéndose en el lugar de los demás, que le capacita para entenderlos y escucharlos, es capaz de establecer las distancias apropiadas para discernir entre el "yo" y los "otros".

Y en el proceso del transcurrir de la vida, tiene la capacidad de ir diseñando y planificando su vida, marcando su camino, con sus particulares preferencias. Al fin, con autonomía, independencia y libertad. 

Es una realidad que todos necesitan de todos, en una sociedad tan interrelacionada, y por ello, entre las soluciones están el saber mantener los límites, entre la dependencia que ahoga las libertades, y la autonomía que permite vivir con alegrías, satisfacciones y con una óptima autorrealización personal... (SIGUE)...