El malestar que sufre la persona, siempre está en función de la droga que consuma, a veces un gran tormento, y se produce con la suspensión de la ingesta, o cuando se disminuye la dosis.
Precisamente cuando aparece ese malestar por la falta de la sustancia, es cuando se dice que hay dependencia.
Otro factor que conviene tener en cuenta es la gran diversidad humana, y en función de cómo sea cada persona y la situación vital que tenga, los efectos de la abstinencia, variarán. En realidad, fatales.
Y hay que tener presente que tanto pueden ser sustancias legales (café, tabaco, alcohol, medicinas), como las ilegales (cannabis, cocaína también llamada la reina blanca, éxtasis o la senda del bakalao, anfetaminas, alucinógenos, setas mágicas, ketamina o el vicio de la anestesia para caballos, PCP o polvo de ángel, el crank, heroína, crack, metanfetaminas, entre otras).
También se produce este síndrome de abstinencia cuando la persona vive la ausencia de situaciones y contextos, objetos o personas de las que tiene dependencia, está enganchado.
Es un malestar psicológico conjunto, con alteraciones emocionales y variaciones en su estado de ánimo, mal humor, irritabilidad, depresión, descentramiento, anulación de su ser, agitación o agotamiento, dolores y/o malestar corporal.
La gente se siente en conjunto en un estado indeseable, con el que no está a gusto, y su memoria le recuerda lo bien (de forma falsa), que se encuentra cuanto toma la sustancia, o está con la persona de la que es dependiente, o en la situación, o con los objetos.
Y es la necesidad de volver a ese estado lo que le arrastra a la gente a la búsqueda una y otra vez, de lo que es adicto.
Las graves complicaciones y enfermedades y los problemas que trae a las vidas de la gente, les somete a una espiral sin salida, que llegan a tener que seguir consumiendo, y siendo víctimas de los efectos secundarios de la sustancia adictiva, que le perjudican y le hacen enfermar, hasta en algunos casos conducirlo a la muerte.
La terapia psicológica beneficia a estas personas para que consigan romper las cadenas de la adicción. Y así poder disfrutar de su libertad e independencia personal.