jueves, 15 de enero de 2015

INSOMNIO / INSOMNIA


Son dificultades importantes para dormir. En general para cada persona se presenta de una forma y lo vive de diferente manera. Tienen problemas tanto para quedarse dormidos, como luego para mantenerlo.

El problema principal se presenta o bien al inicio, la persona lo intenta pero no se queda dormido, y da vueltas y se desvela y se pone nervioso y después es peor. Así tarda más y se va angustiando. Y esas vivencias le sirven para desarrollar una ansiedad, preocupación anticipatoria, que le mantiene ya pendiente durante el día pensando si esa noche dormirá.

Y esto es otro problema añadido porque es como una programación negativa que puede que se cumpla al llegar a la noche a la cama. Por ello conviene trabajarlo en la terapia psicológica.

En el insomnio medio, ocurre que la persona se despierta durante la noche y le cuesta tiempo hasta que vuelve a conciliarlo. A veces es poco tiempo el que está despierto, se desvelan y también se inquietan y se ponen nerviosos porque saben que tocará el despertador y se tendrán que levantar aunque no hayan descansado lo suficiente. Finalmente después de luchar, se quedan dormidos.

Y otras personas se despiertan antes de tiempo, como si se cortara el sueño y ya sin poder dormir les toca levantarse. Es el insomnio terminal. Quedándoles a medias y cansados, ¡arriba!, si llegó la hora de levantarse ya no hay remedio.

Todos los problemas del sueño se van convirtiendo en importantes, porque el sueño es el gran reparador de la mente y el cuerpo. Los procesos de memoria, de asimilación, de aprendizaje, de actualización del sistema, se restauran durante los procesos de sueño, además el cerebro que es el encargado de gestionar el resto de funciones del organismo y si no se ha conseguido un sueño reparador, se le exige un sobre esfuerzo.

Al ser una necesidad básica se convierte en fundamental.

Y es evidente que una persona sin dormir, se siente cansada, con menos energía física y psíquica, menos concentración y atención, peor memoria, y con deterioro en la capacidad de resolución de las actividades diarias.

El insomnio afecta al potencial sexual, además interfiere en la capacidad de disfrute y anula el talante para el placer.

Incluso interfiere en el estado de ánimo, y la gente se vuelve más estresada e irritable, tienen más impulsividad y saltan a la primera de cambio. Otro problema añadido son los accidentes que pueden ocurrir.

Por ello las personas tienen que poner verdadero interés en solucionar el insomnio.

Y la mayoría de las veces, trabajando los factores causales que llevan a ese problema en cada persona, lo consiguen. Suele ser un síntoma de otros asuntos pendientes de resolver. Y ya en terapia psicológica, se obtienen resultados muy satisfactorios.