domingo, 2 de noviembre de 2014

EL SÍNDROME DE LA OBRA INACABADA / THE UNFINISHED WORK SYNDROME


Esto le puede ocurrir a personas que comienzan proyectos o empresas del tipo que sean. La primera fase se emocionan, están altamente motivados, se vuelcan en ello, organizan planes, diseños, proyectos, modos y maneras de realizarlo y así pasa el tiempo.

Tratan de organizar los planes de acción, y dándole vueltas al tema se convierte para ellos en una obsesión. En las preparaciones llevan muchísimo tiempo y trabajo, como sugiere Marc Boada en la descripción que hace del síndrome de Leonardo da Vinci, y también a otros famosos a los que le ocurrió lo mismo y a gente normal que le ocurre todos los días.

En el coaching se planifican las metas y objetivos siempre con plazos.

Al fin los planes y objetivos siempre se pueden rediseñar sobre la marcha, en función de la adaptación a lo real. Una realidad que no es perfecta, ni la gente lo es. Y cualquier fantasía necesita ser ubicada en un tiempo y espacio, con elementos reales y precisamente las fantasías son diseños imaginarios con los que la gente juega y se entretiene a su manera.

Y es cierto el abismo... unas se podrán materializar y otras tal vez...! en otra era de la humanidad.

Lo evidente es que para gestionar esas metas y objetivos se necesita la fuerza de la motivación, intrínseca y extrínseca, elegir, decidir, planificar y sobre todo buscar los recursos reales. El calendario y los recursos materiales. Y conviene y mucho el cronograma para darle ese hueco, ese tiempo a la acción.

Evaluar las fases e ir materializando resultados.

Un problema principal que le lleva a los sujetos a no acabar sus obras, está relacionado con la autoestima. Gente que se desmoraliza porque tiene una conciencia tan crítica, que cada vez que analiza lo que hizo, le pone mil pegas, con ello pierde interés y cree que todavía no está suficientemente preparado para ello, o directamente que no vale.

También están las personas que desarrollaron un fuerte sentido del ridículo y están muy pendientes de lo que pensarán los demás, de que se reirán, y se sienten juzgados y criticados, viendo sus obras desde la perspectiva de otros y creyendo que lo suyo no gustará. Y así con estos dilemas mentales les va disminuyendo la motivación por aquello que en un principio deseaban crear. Abandonan. La presión social les extranguló sus intenciones.

Entre las claves personales para que este síndrome de la obra inacabada se produzca, existe también la gente más pasiva, con menos potencial de acción. A más pasividad, más excusas para no ir hacia adelante, imagina tantas pegas que se retira ya, antes de comenzar, sólo ve "no puedo, no se, no vale, qué resultará, para qué..."

Y un componente esencial de la persona que está muy presente, es el factor inconsciente. Precisamente se sabe que la gestión y organización del tiempo por parte del "inconsciente" es difícil. Todos conocen a gente que va a dejar de fumar... ¿y cuándo?, que va a bajar de peso... ¿cuándo?... y así en tantos aspectos de la vida.

Por ello, para solucionar este síndrome, es esencial poner fecha en el calendario, darse plazos realistas y sobre todo tener en mente la idea de hacer y cumplir los objetivos "suficientemente bien"... en el planeta, perfecto no hay nada ni nadie. Y cuando algo se logra llevar a cabo y uno va aprendiendo de la experiencia, lo podrá mejorar...!

........TODO PUEDE OCURRIR.....!..........SE NECESITA COMENZAR.......!....LANZARSE A LA ACCIÓN.......!.....Y SUPERAR LOS MIEDOS.......