viernes, 11 de julio de 2014

LUZ DE GAS



Luz de gas se refiere a una forma de actuar de una persona contra otra, es una de las estrategias que utilizan los narcisos perversos en el acoso psicológico. Las relaciones entre ellos suelen ser cercanas, familia, amigos, grupo de trabajo o pareja.

Consiguen generar desestabilización psicológica en la víctima mediante interrogantes, frases y palabras que dicen sobre lo que hace o dice la víctima:

¿Cómo piensas eso?
Solo se te ocurre a ti...
Estas segura de que escuchaste eso...
Seguro que no te fijaste bien...
Siempre te confundes...en tal cosa...
Te equivocas al pensar...
Tienes cada ocurrencia..
Tu punto de vista no es correcto...
No tienes la razón...
Estas confundida, no quisieron decir eso...
Eso no se hace así... 
A quién se le ocurre hacerlo así...

Y así se convierte en un proceso de descalificaciones y desprecios a la otra persona. En resumen, acaba pensando eso: lo suyo está mal. Mal pensado, mal hecho, mal percibido, mal escuchado...

Así consiguen que esta persona, su víctima, dude de lo que piensa, de lo que ve, de lo que hace, de tal forma que manipula la situación a su antojo y consigue anular la voluntad y la seguridad de la víctima.

El acosador desde su situación de poder consigue reducir las capacidades psicológicas y el juicio y discernimiento de la víctima. Cada vez se vuelve más insegura y duda más.

La estrategia que sigue el manipulador contra la persona es a todos los niveles:

Anula la vida social,
Intenta apartarla del sentido común y la razón, y sí esta protesta o reacciona le dice que está loca,
Trata de descalificar y anular lo que la persona entiende, piensa y percibe,
Interviene para modificar lo real con mentiras y estrategias y así con falsedades engaña a la víctima.

Durante el proceso, que es de acoso psicológico, consigue que la persona vaya entrando en crisis de ansiedad, estrés, depresión y hasta la baja laboral. Incluso a veces llegan a pensar en el suicidio. Y en muchos suicidios, quién sabe... cómo y dónde se generaron??? 

Estas personas víctimas de luz de gas, de acoso, cuando llegan a consulta psicológica muchas veces creen que están volviéndose locas. Así lo dicen y cuando se descubre el contexto de sufrimiento donde estaban viviendo, comienzan a tranquilizarse, lo primero al saber que lo suyo no era locura, y después porque al ir evolucionando y tomando de nuevo fuerza, su crecimiento personal, ven todo con una perspectiva y alcance amplio. Ahora sabrán tomar la dirección de su vida..., sin influencias dañinas...