martes, 14 de enero de 2014

MASOQUISMO / MASOCHISM


Perversión sexual que implica alcanzar el placer recibiendo maltratado y humillación por parte de otro, del que puede estar enamorado, o implicado emocionalmente, o no. La persona masoquista disfruta y alcanza su placer sexual siendo golpeado, insultado, recibiendo latigazos, pisotones, pinchazos, insultos.
Entre los factores causales puede haber múltiples, según cada historia personal. Sí puede haber contribuido el hecho de haber tenido maltrato en la niñez, insultos, castigos y agresión física. En muchos casos, aparece la necesidad de sentirse niño y pequeño, puesto que la inmadurez es el refugio donde necesitan ubicarse, ya que las responsabilidades les abruman y ello es una forma de decir: “haz conmigo lo que quieras, tienes en tus manos la responsabilidad de mi vida”.

Por otro lado su sentimiento de culpa es tan desestabilizador, que prefieren se les dañe como una vía para aliviar esas culpas, una forma de sentir que así las eximen, las liberan y tienen la impresión de que así ya las han pagado. Y así, para un escaso tiempo, sienten que su obligación ya la han cumplido. La trampa principal de intentar estas soluciones, es que este es un ciclo repetitivo ya que en realidad las culpas no se solucionan así, y este circuito se vuelve a repetir un día tras otro, toda la vida. Continúan apareciendo culpas y más necesidad de nuevo de ser castigado y apaleado. Como un factor más, es evidente que ante situaciones de dolor, el propio cerebro genera unas sustancias, de la familia de los opiáceos, y también el sujeto puede (como las personas de estrés, entre otros) ser adicto a esos componentes que su sistema neurológico genera.

Tienen una necesidad de autodestructividad, de ser castigados y utilizan a un “otro como verdugo”. Cuando la otra persona es consciente de donde se ha metido… allá él y su vida. El problema surge para los sujetos de su entorno que han caído en la trampa, como parejas y/o jefes y se ven haciendo de verdugos, bajaron al nivel de necesidades del masoquista. En otros casos encajan perfectamente, la asociación sádico-masoquista.
También son personas masoquistas los sujetos que llevan el rol de víctima, siempre tienen en su mente pensamientos de quejas, desgracias, enfermedades, fracasos, líos. Y llegado un momento es como si tienen necesidad de tener y de crearse siempre problemas, desgracias y enfermedades. Lo repiten constantemente y es su modo de ser y estar.

Es peligroso tenerles cerca y formando parte de las relaciones de cada uno, pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, puesto que su necesidad de tener problemas les lleva a una asombrosa facilidad para creárselos, unas veces más complejos que otros, y ello salpica a las personas que tienen al lado.

Atención si tiene una persona cerca con este perfil, así es su vida: su necesidad de destruir y meterse en problemas para sufrir arrastran a otros. De forma consciente e inconsciente rompen, deshacen, complican, se lían, buscan castigos, necesitan gritos y discusiones y en conjunto meterse en sufrimiento.

A estas personas una terapia psicológica les ayudaría a crecer, evolucionar y mejorar en los patrones disfuncionales, su falta de autonomía y su escasa responsabilidad entre otros. Aunque les es algo difícil de entender puesto que sus energías precisamente no van en dirección de la vida, del bien, de la satisfacción. Van en contra: muerte¡

Y por todo ello es a las personas de su entorno a los que les conviene andar listos, para que no les lleguen las desgracias que la mente de la persona masoquista genera. Vidas deshechas, accidentes, meterse en quiebras de negocios, decisiones equivocadas, drogas y alcohol para autodestruirse, delincuencia, cárcel…

Si Ud. tiene cerca en su vida a una persona así… cuidado, aún está a tiempo de tomar decisiones, puede elegir¡¡¡