jueves, 1 de agosto de 2013

COMUNICACIÓN AMOROSA


En las relaciones humanas, es muy importante ir con buenas intenciones y propósitos, de lo contrario, las personas que van a agredir, pueden estar sembrando destructividad y odio y finalmente puede volverse la situación contra todos los participantes en ese contexto interactivo. 

No es fácil, cuando una persona está en bajas vibraciones energéticas y depresiva. Su fluir es totalmente dañino y destructivo,lo suyo son acusaciones o víctimismo, que es otra forma de acusar indirectamente y queda de forma implícita el decir "tú tienes la culpa de lo que me está pasando". 

En conjunto,  apuesta más por la muerte que por la vida, hacer daño al otro y necesidad de verle mal, pretende culparle de su desorganización mental y su fracaso personal, le da rabia ver al otro bien. 

Y precisamente sus preferencias no son conseguir armonía y bienestar sino más bien enrarecer todo el ambiente y que todo explote de mala manera. 

Desde un punto de vista más constructivo, al parecer entre todos los tipos de interacción comunicacional existente, una persona puede estar compartiendo amor, o al menos intentándolo, que ahí ya hay unas actitudes pacíficas, o hay personas que directamente lanzan acusaciones y quejas, como un grito de auxilio.


Sí es cierto que si una persona se lleva por el automatismo de contestar, uno puede fácilmente entrar a responder al mismo nivel, o puede elevarse en su estado y ver todo con un horizonte de más belleza, con una oportunidad de aplicar paciencia y sabiduría, con amor universal.

Tal vez interese meditar unos instantes antes de contestar y elegir opciones más inteligentes que aporten a la vida de todos bienestar, paz y armonía. Cuando una persona está en vibraciones de rabia y destructividad, está mal, está deprimido y desequilibrado. Y necesita un poquito de calidez, de comprensión, de amor. 

A veces dar, no significa solo lo material, a veces dar implica aplicar uno su inteligencia, su más alto potencial humano y construir paz en medio de la guerra, serenar los ánimos de un enfermo que está sediento de amor y dar un poquito de sus vibraciones más elevadas. 

Entender que probablemente las comunicaciones agresivas de su interlocutor son un grito de socorro más que una flecha y es la forma que tiene de pedir ayuda. 

Por ello no hay que bajar a su nivel, hay que elevarse y con ayuda del Universo que siempre está presente reconducir su grito de desesperación en una oportunidad para darle un poquito de ayuda, un poquito de amor que en el fondo es de lo que está sediento.