domingo, 14 de julio de 2013

LA INTELIGENCIA DIRIGE LAS EMOCIONES


La inteligencia ayuda, y mucho. Se tiene la costumbre y el hábito de unas determinadas frecuencias mentales, unos pensamientos destructivos que vuelven y anidan y se perpetúan, son hábitos que se fueron desarrollando paulatinamente y se consolidaron allí, en su mente, y las personas siempre encuentran estímulos, hechos, recuerdos, dichos, para continuar en ello, diciéndose a sí mismos que efectivamente "la vida lo demuestra, todo es negativo". 

Así las personas que alimentan y mantienen pensamientos negativos en su mente, siempre tienen la tendencia a fijarse en hechos del pasado o del presente o del posible futuro inminente, para nutrir esos pensamientos de tristeza o angustia. 

Permanecen durante días y días activando los mismos circuitos neuronales y emocionales. Todo es "triste y negro" porque determinados hechos o eventos lo corroboran, lo tienen muy claro en su memoria. 

O todo es amenazante porque está confirmado, ya que ocurrió esto y esto otro. Y así se pasan la vida gestando multitud de pensamientos de odio, rencor, tristeza, angustia, miedo, según a lo que uno esté habituado, en función de los casos. 

Ese es su recorrido mental y sus circuitos neuronales parecen estar así programados, de forma tóxica, en negativo. Cuando la persona se ayuda de su inteligencia, aplica su pragmatismo y se encuentra con el alto costo personal, mental y emocional que toda esa negatividad conlleva, puede que reaccione: basta ya ¡¡¡ hasta aquí llegamos ¡¡¡ Todo ese recorrido tan destructivo no puede llevar a nada bueno. 

Es mucho mejor cambiarlo. Es preferible acostumbrarse a otros hábitos mentales más saludables. ¿Cómo? ahí están otros valores personales ayudando, la inteligencia: si esto no sirve fuera de mi vida ¡ La perseverancia: cada día progresivamente pondré mi mente en historias más alegres, más positivas, más bonitas. 

La tenacidad: cueste lo que cueste lucharé por cambiar mis circuitos mentales, nutriéndolo cotidianamente, bloqueando y no alimentando todas esas ideas negativas que destruyen la energía y el potencial del sujeto. Y así ayudándose de la decisión clara y firme: hacia adelante un día tras otro. 

Solo son necesarios varios días manteniéndose en la nueva forma de pensar y ya se va generando una nueva fuerza para continuar en esa dirección, para siempre. 

Puede venir un tropezón, pero solo es eso y seguir pensando en las mejores experiencias y así todo el ser en conjunto ayuda. La meta es importante. 
Apuntarse a la vida ¡¡¡